Cuando la Santísima Virgen nos pide más oración en sus apariciones, no significa necesariamente que tengamos que rezar más tiempo, sino que debemos rezar mejor, con más intensidad. Y así sucede con todo, porque no se trata en realidad de hacer más cosas de las que ya hacemos, sino más bien de hacer todo pero por amor, hacerlo en plenitud y aprovechando el tiempo, porque cada segundo que tenemos de vida es un regalo de Dios y debemos aprovecharlo para hacernos buenos y salvar almas.
Las mismas cosas que hacemos todos los días nos pueden llevar a altas cumbres de santidad si comenzamos a hacerlas mejor, con más amor y atención.
Efectivamente no se trata de ir más a la iglesia, o rezar más rosarios o hacer más penitencias, sino vivir con plenitud lo que hacemos todos los días, ofreciéndoselo a Dios con amor por nuestra salvación y la de nuestros hermanos.
A veces despilfarramos nuestro tiempo, nuestras ocasiones de hacernos santos, porque las situaciones de la vida cotidiana las vivimos a las apuradas, sin caer en la cuenta de que tenemos que hacer todo bien y poniendo el corazón en ello. Aunque la vida nos parezca monótona, en realidad cada momento es una oportunidad que Dios nos da para ganar gloria.
Hagamos cada día lo que tenemos que hacer, pero poniendo en ello todo el corazón, toda el alma, y tratemos de hacer todo bien, sabiendo que Dios nos ve continuamente y que estamos siempre en su presencia, tanto cuando estamos solos como acompañados, en nuestra habitación o por la calle, en nuestro hablar y en los pensamientos más íntimos que tenemos.
Si hacemos así, entonces nuestra vida dejará de ser de días grises, porque le pondremos a cada día, a cada hora, a cada minuto que vivamos, el sabor del amor en todo lo que hagamos, digamos o pensemos, y Dios nos mirará con bondad, y nos dará todo lo necesario para que vivamos felices y haciendo el bien.
No tenemos que hacer más, sino tenemos que hacer bien lo poco o mucho que ya realizamos, y entonces nos santificaremos y llevaremos a muchas almas a la salvación, comenzando por la nuestra.