LAS 42 TRAVESÍAS DEL HOMBRE SOBRE LA TIERRA

En la parashá Masei la Torá relata y enumera los 42 viajes que nosotros, el pueblo de Israel, realizamos desde Egipto hasta que llegamos a la frontera de la Tierra de Israel, la tierra prometida. El Baal Shem Tov nos enseña que todos esos viajes, esas las veintidós etapas, en esencia son veintidós travesías por las que cada uno y una de nosotros pasamos desde el día de su nacimiento hasta el final de sus días en este mundo. En Cabalá el útero es denominado “Mitzraim”, Egipto. Cuando el ser humano nace desde el interior del útero, en esencia está saliendo de Egipto. La primera travesía es la salida de Egipto. Esto es esencialmente el nacimiento del judío. Luego él viaja y viaja y atraviesa las 42 etapas que detalla la Torá, hasta que llega a la Tierra de la Vida. La finalidad es que transforme este mundo para que sea una morada para Dios, y esta tierra sea la tierra de la vida. Una tierra de vida eterna. Este es el objetivo de todos esos viajes, la finalidad de la vida sobre la tierra de cada uno y una de nosotros.
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Un Remedio Singular para los Accidentes Trágicos

Antes de que el Pueblo Judío entre a la Tierra de Israel, Di-s le ordenó a Moisés que designe seis ciudades de refugio. Las leyes de la Torá de las ciudades de refugio son singulares. Si una persona mata a otra accidentalmente debe huir a una de estas ciudades, tres a cada lado del río Jordán. Mientras se encuentre dentro de los límites de la ciudad, ningún pariente del difunto tiene permitido dañarlo. Si quiere estar a salvo, el perpetrador de ese crimen involuntario debe permanecer en la ciudad de refugio sin abandonar sus límites hasta la muerte del Sumo Sacerdote.

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NOS VEMOS POR ZOOM

Tania Epístola del Arrepentimiento cap 11-3:
Perdónanos, tráenos de regreso hacia Tí

"Mas nosotros, que rogamos diariamente [en la Shemoné Esré] "Perdónanos", adelantamos a ello nuestro pedido de "Tráenos de regreso con arrepentimiento perfecto ante Ti", es decir, que no volvamos nuevamente a la necedad [y no pequemos más]. Del mismo modo también pedimos en Iom Kipur: "Sea Tu voluntad que no peque nuevamente". [De modo que, como no nos apoyamos en la posibilidad de arrepentirnos más tarde,] sí se nos otorga abundante oportunidad [de arrepentimiento]. Como dijeron nuestros Sabios: "Quienquiera venga a purificarse a sí mismo [de su pecado], es ayudado". [La expresión] "Quienquiera venga" [indica que es asistido] apenas venga, por lo que el perdón y la disculpa también son inmediatos. "
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La Fuerza De Las Historias Jasidicas para traer al Mashiaj - Escuela para Padres - desde Israel

Una interesante sesión para padres que involucra las historias de los jasidim para el aprendizaje, en esta ocasión, con el rabino Iehuda Leiv Cohen, de Kfar Jabad

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Historias Jasídicas

EL VIDENTE DE LUBLIN

Uno de los grandes tzadikim que se acercó al “Jozé de Lublin” fue el rabino Moshe Teitelbaum, autor de “Ismaj Moshé”, el primer rebe de Jasidut Satmar. Antes de acercarse al jasidismo, era un gran genio, pero también se oponía rotundamente al jasidismo.

Para describir cuánto Rabí Moshé estaba en contra, se dice que cuando publicaron el Sidur del Alter Rebe, el primer Rebe de Jabad, “Sidur de Tefillot para todo el año” con comentarios jasídicos, y vio el sidur en el Beit Midrash donde estudiaba, tomó el Sidur, lo arrojó al suelo y comenzó a pisotearlo y escupirlo, “porque este es un sidur de una ‘secta’. Su amigo, que tampoco era uno jasid, se desanimó un poco por sus acciones – recogió el sidur y lo colocó en el banco, no se le ocurrió besar el sidur, pero pensó sin embargo que los Nombres de Dios están escritos en él y es inapropiado que esté en el suelo. Pero el rabino Moshé no aceptó el respeto de su amigo por el sidur.

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